jueves, 22 de octubre de 2015

Konrad Lorenz

(Viena, 1903 - Altenburg, Austria, 1989) Zoólogo austriaco. Cuando terminó sus estudios en la escuela secundaria, y siguiendo los deseos de su padre, se trasladó a Estados Unidos para seguir dos cursos semestrales de medicina en la Universidad de Columbia (Nueva York), tras lo cual regresó a Viena para completar sus estudios. En 1928 se graduó en medicina y en 1933, en zoología.


Konrad Lorenz

En 1939 fundó con N. Tinbergen la escuela etológica del comportamiento animal, que mantuvo fuertes discrepancias con la escuela estadounidense de psicólogos experimentales. Los estadounidenses estudiaban los animales en el laboratorio y los europeos preferían observarlos en su hábitat natural. La investigación del comportamiento, o Etología, es una de las ramas más recientes de las Ciencias Naturales. La Etología pretende trazar un cuadro completo del comportamiento de los animales sobre un gráfico llamado etograma. En ocasiones es llamada también Psicología animal, pero el término puede inducir a error, ya que de acuerdo con su etimología, Psicología significa tratado del alma. Por esto se ha estudiado su comportamiento con métodos científicos naturales. El concepto «alma» es rehuido sistemáticamente. En el behaviorismo (conductismo) —versión americana de la teoría del comportamiento europea—, fundado por John Watson, se han eliminado totalmente conceptos y expresiones de la Psicología tradicional, como ‘pensar’, ‘sentir’, ‘percibir’, etc. Lorenz y su escuela no llegan a tal extremo. Por el contrario, en ocasiones el maestro mismo recae en un antropomorfismo que es precisamente lo que la Etología debe tratar de evitar.
El término Etología (del griego ‘ethos’, costumbre, y ‘logos’, tratado) fue empleado por primera vez en 1892 por Guitel como ciencia de las costumbres (entendidas como hábitos y carentes de toda valoración ética). En 1906 Jennings empezó a reunir un etograma o inventario del comportamiento. Pero la investigación sistemática del comportamiento y de las costumbres de la vida de los animales no empieza sino con Konrad Lorenz y Nikolas Tinbergen.

En 1935, al estudiar las pautas de aprendizaje de los polluelos de ganso y de pato, descubrió una etapa crítica en la que aprenden a reconocer y a seguir a los padres incluso si éstos son adoptivos, siempre que en ellos estuviesen presentes los estímulos auditivos o visuales, la impronta, que provoca la reacción de los jóvenes (imprinting).
Hay un viejo filme en el que se puede ver a Lorenz nadando en una balsa rodeado de gansos. Los gansos recién nacidos lo toman por su madre porque en el momento de su venida al mundo se ven impulsados a tomar como madre al objeto redondo que flota sobre el agua –en este caso la cabeza de Konrad Lorenz. Esto constituye por sí solo un descubrimiento crucial; la obra de un pionero, representativa, por lo demás, de este siglo. La doctrina en torno a los instintos se desarrolló a base de la observación empírica, en la que convergían el proceso de aprendizaje afectivo, la actividad lúdica y la concepción genial.



De 1940 a 1942 ejerció como profesor y jefe de departamento en la Universidad de Königsberg. Prisionero de guerra del ejército soviético, fue devuelto a Austria en 1948. Pasó entonces a dirigir el Instituto de Etología Comparada de Altenberg. De 1961 a 1973 dirigió el Instituto Max Planck de Fisiología en Seewiesen. En 1973 compartió el Premio Nobel de Medicina con K. von Frisch y N. Tinbergen.
Las ideas de Lorenz significaron un adelanto en el conocimiento del comportamiento animal y de su papel en el proceso de adaptación y supervivencia de la especie. Al final de su carrera intentó aplicar sus ideas a la conducta de los humanos como miembros de especies sociales, una aplicación cargada de controvertidas implicaciones filosóficas y sociológicas.





Fuentes: