Konrad
Lorenz
(Viena, 1903 - Altenburg,
Austria, 1989) Zoólogo austriaco. Cuando terminó sus estudios en la escuela
secundaria, y siguiendo los deseos de su padre, se trasladó a Estados Unidos
para seguir dos cursos semestrales de medicina en la Universidad de Columbia (Nueva
York), tras lo cual regresó a Viena para completar sus estudios. En 1928 se
graduó en medicina y en 1933, en zoología.
En 1939 fundó con N. Tinbergen
la escuela etológica del comportamiento animal, que mantuvo fuertes
discrepancias con la escuela estadounidense de psicólogos experimentales. Los
estadounidenses estudiaban los animales en el laboratorio y los europeos
preferían observarlos en su hábitat natural. La investigación del
comportamiento, o Etología, es una de las ramas más recientes de las Ciencias
Naturales. La Etología pretende trazar un cuadro completo del comportamiento de
los animales sobre un gráfico llamado etograma. En ocasiones es llamada también
Psicología animal, pero el término puede inducir a error, ya que de acuerdo con
su etimología, Psicología significa tratado del alma. Por esto se ha estudiado
su comportamiento con métodos científicos naturales. El concepto «alma» es
rehuido sistemáticamente. En el behaviorismo (conductismo) —versión americana
de la teoría del comportamiento europea—, fundado por John Watson, se han
eliminado totalmente conceptos y expresiones de la Psicología tradicional, como
‘pensar’, ‘sentir’, ‘percibir’, etc. Lorenz y su escuela no llegan a tal
extremo. Por el contrario, en ocasiones el maestro mismo recae en un
antropomorfismo que es precisamente lo que la Etología debe tratar de evitar.
El término Etología (del
griego ‘ethos’, costumbre, y ‘logos’, tratado) fue empleado por primera vez en
1892 por Guitel como ciencia de las costumbres (entendidas como hábitos y
carentes de toda valoración ética). En 1906 Jennings empezó a reunir un
etograma o inventario del comportamiento. Pero la investigación sistemática del
comportamiento y de las costumbres de la vida de los animales no empieza sino
con Konrad Lorenz y Nikolas Tinbergen.
En 1935, al estudiar las pautas de aprendizaje de los polluelos de ganso y de pato, descubrió una etapa crítica en la que aprenden a reconocer y a seguir a los padres incluso si éstos son adoptivos, siempre que en ellos estuviesen presentes los estímulos auditivos o visuales, la impronta, que provoca la reacción de los jóvenes (imprinting).
Hay un viejo filme en el que
se puede ver a Lorenz nadando en una balsa rodeado de gansos. Los gansos recién
nacidos lo toman por su madre porque en el momento de su venida al mundo se ven
impulsados a tomar como madre al objeto redondo que flota sobre el agua –en
este caso la cabeza de Konrad Lorenz. Esto constituye por sí solo un
descubrimiento crucial; la obra de un pionero, representativa, por lo demás, de
este siglo. La doctrina en torno a los instintos se desarrolló a base de la
observación empírica, en la que convergían el proceso de aprendizaje afectivo,
la actividad lúdica y la concepción genial.
De 1940 a 1942 ejerció como
profesor y jefe de departamento en la Universidad de Königsberg. Prisionero de
guerra del ejército soviético, fue devuelto a Austria en 1948. Pasó entonces a
dirigir el Instituto de Etología Comparada de Altenberg. De 1961 a 1973 dirigió
el Instituto Max Planck de Fisiología en Seewiesen. En 1973 compartió el Premio
Nobel de Medicina con K. von Frisch y N. Tinbergen.
Las ideas de Lorenz
significaron un adelanto en el conocimiento del comportamiento animal y de su
papel en el proceso de adaptación y supervivencia de la especie. Al final de su
carrera intentó aplicar sus ideas a la conducta de los humanos como miembros de
especies sociales, una aplicación cargada de controvertidas implicaciones
filosóficas y sociológicas.
Fuentes:
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